Ayer cuando me preparaba a cocinar el almuerzo me di cuenta que nos habíamos quedado sin sal. En casa utilizamos muy poca sal, pero en algunas ocasiones es necesaria para dar un poco de sabor a los platillos, por ejemplo a la hora de marinar el pollo. Encontré un frasco con salsa soya baja en sodio y se me ocurrió preparar esta receta, que terminó resultando delicioso 🙂
- Filetes de pechuga de pollo sin piel
- Mostaza
- Salsa soya baja en sodio
- Ajo en polvo
- Comino
- Pimienta
- Puerro picado
- Jugo natural de fruta (en este caso naranja)
En un recipiente mariné las pechugas de pollo con la mostaza, salsa soya, un toque de ajo en polvo, pimienta y el comino. Rocíe un sartén con un poco de spray para cocinar, agregue primero el puerro y luego las pechugas de pollo con la marinada en una olla, la cual tapé y deje cocinando a fuego medio. Luego, para darle un toque agridulce, decidí agregar un chorrito del jugo natural de naranja. También se podría utilizar jugo de manzana, de piña o de mango para un toque tropical. Deje cocer el pollo en el jugo hasta que estaba listo, y quedo ¡Delicioso! En este caso, acompañé mis pechugas con una taza de vegetales congelados que compre en Pricesmart (arvejas, maicitos, zanahoria, ejotes) las cuales siempre me sacan de apuros, y 2 tazas de ensalada que preparé con espinaca fresca y unas cuantas hojuelas de coco orgánico (nuestra porción de grasa saludable), cortesía de nuestros amigos de Greens by Esparragus. Para el aderezo, una vinagreta de balsámico con miel de abeja y a disfrutar 🙂