¡Hola amigos! Hace algunos días les conté que ahora contamos con el apoyo y asesoría de la alergóloga Olga Vega de Clínica de Alergia y Asma, lo cual nos tiene muy contentos. El día de hoy, la doctora Vega nos cuenta un poco acerca de las diferencias que hay entre una alergia, y una reacción adversa a los alimentos.
¿Qué es una reacción adversa a alimentos?
Decimos que existe una reacción adversa a un alimento cuando al comerlo el cuerpo reacciona con unos síntomas que se vuelven dañinos, sea cual sea el componente culpable y sea cual sea el mecanismo.
Cuando tomamos un alimento, nuestro aparato digestivo lo digiere, es decir, desintegra todos sus componentes para que podamos asimilarlos, para que el intestino los absorba y después puedan ser usados para formar y mantener nuestro propio cuerpo. Todos estos procesos se hacen habitualmente sin notar ninguna molestia.
Cuando ocurre una reacción adversa, esta puede ser de varios tipos, y aunque popularmente se les llame alergia a casi todas, desde el punto de vista médico es importante clasificar si son verdaderas alergias o no. Tiene importancia para el tratamiento y para pronosticar su evolución.
¿Qué es la alergia alimentaria?
Decimos que una persona tiene alergia a un alimento cuando al comerlo (siempre) el cuerpo reacciona con unos síntomas que perjudican tu salud. Suelen ser inmediatos y si son IgE mediados pueden poner en riesgo la vida. Existen otro tipo que son crónicas, y aunque son más difíciles de diagnosticar también tiene síntomas típicos que las diferencian de una reacción adversa.
Para hablar de verdadera alergia la reacción del cuerpo debe ser frente a las proteínas de los alimentos y mediante anticuerpos o mediante células del cuerpo. Hay otras reacciones dañinas diferentes que no son verdaderas alergias.
¿Cómo se clasifican las reacciones adversas a alimentos?
Existen distintas clasificaciones que van cambiando. Una de las más aceptadas se muestra en la tabla de abajo.
Las reacciones tóxicas afectan a todas las personas, si la cantidad de tóxico es suficiente. Puede ser un tóxico externo, por estar el alimento en mal estado (contaminado por microbios, venenos, pesticidas,…), o un tóxico interno natural (setas u hongos venenosos).
Las reacciones no tóxicas, con el alimento en buen estado, sólo afectan a una proporción pequeña de personas. Estas reacciones no tóxicas se dividen a su vez en dos: mediante mecanismos no inmunológicos y mecanismos inmunológicos.
Las no inmunológicas pueden ser de varios tipos. Una de las más conocidas es una enzimática, la intolerancia a la lactosa, que no debe confundirse con la verdadera alergia a la leche (mejor dicho alergia a las proteínas de vaca).
Las de tipo inmunológico ocurren mediante anticuerpos o mediante células y frente a proteínas. Las que ocurren mediante el anticuerpo IgE son las alergias clásicas y que pueden ser letales. Las que no ocurren mediante IgE se llamaban intolerancias aunque ahora se las prefiere llamar “alergias no mediadas por IgE”.
Tóxica | Tóxicos externos | Bacterias, hongos, químicos, etc. |
Tóxicos internos | Veneno natural | |
No tóxica
|
No inmunológica
(Intolerancia)
|
Enzimática (intolerancia lactosa) |
Metabólica | ||
Farmacológica | ||
Indeterminada | ||
Inmunológica
(Alergia o hipersensibilidad) |
Mediada por IgE (alergia inmediata a cualquier alimento, potencialmente grave o letal) | |
No mediada por IgE (antes intolerancias, colitis, esofagitis o gastritis eosinofílicas alérgicas) |