¿Cómo comer fuera sin romper la dieta?

¿Te parece imposible? ¡La buena noticia es que comer fuera sin romper la dieta es posible, gracias a estos consejos!

  1. Planea con anticipación. Existen muchos restaurantes que ofrecen opciones saludables y bajas en calorías en sus menús, por lo que son una buena opción para visitar. O puedes revisar los menús de los restaurantes en linea o en sus páginas de Facebook para tener una mejor idea de que ordenar al llegar al restaurante. De esta forma, lograras «Tomar decisiones con tu cabeza, no con un estomago hambriento» 🙂
  2. No salgas de casa con hambre. Esto aplica también a no ir al supermercado con hambre. Siempre es buena idea comer una pequeña refacción o merienda antes de salir de casa, para no llegar al restaurante con demasiada hambre. Intenta comer una manzana con cáscara y un vaso grande de agua pura la próxima vez, antes de ir a algún restaurante. Esto te ayudará a controlar tus porciones y evitará que ataques los nachos o el pan de cortesía.
  3. ¡Ten cuidado con las calorías liquidas! El té frío, las gaseosas y bebidas con alcohol aportan calorías vacías a tu dieta. Mantente alejado de estas bebidas, y prefiere el agua pura o una mineral con limón.
  4. Para que te des una idea, las siguientes bebidas alcoholicas aportan alrededor de 150 Calorías a tu menú: 5 onzas de vino, 1 botella de cerveza o 1.5 onzas de ron, whiskey o vodka. Peor aún si las combinas con gaseosas como mezclador.
  5. No temas hacer pedidos especiales al mesero. Puedes hacerle preguntas como: ¿Cuál es el tamaño de la porción? ¿Puedo pedir media porción? ¿Cómo se prepara este platillo? ¿Se utilizan aceites, consomé, etc? ¿Puedo realizar modificaciones al platillo? ¿Duplicar los vegetales en lugar de las papas o el arroz? Etc.
  6. Las ensaladas no siempre son la mejor opción. Si decides ordenar una ensalada, evita aquellas que contengan tocino, quesos grasosos, tostadas de maíz frito, etc. Elige aderezos bajos en calorías como vinagretas o jugo de limón, o pide que te sirvan el aderezo por separado. Una buena idea es no agregar el aderezo directamente a tu ensalada, sino remojar la punta de el tenedor en el aderezo antes de cada bocado.
  7. Procura elegir platillos que sigan la distribución de tus comidas habituales. Por ejemplo, en lugar de ordenar un gran plato de pasta con salsa cremosa (carbohidratos en exceso y grasa), elige uno que contenga proteínas, vegetales y carbohidratos por ejemplo un salmón al horno, vegetales al vapor y arroz.

 

 

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