- ¡Respeta el apetito de tu hijo, o falta de apetito! Es muy importante que sepamos que en ningún momento debemos forzar a nuestros hijos a comer. Desde el momento en el que nacen ellos traen una especie de «termostato» interno que les hace comer cuando tienen hambre, y dejar de comer cuando están satisfechos. Lo notamos mucho en bebes que son alimentados con lactancia materna, ellos nos guían a nosotras. La tarea de los padres será ofrecer opciones saludables y balanceadas, y la tarea de los hijos será decidir qué y cuanto comer. No debemos forzarlos, pues las horas de comida deben ser agradables y no una causa de ansiedad y estrés.
- Mantén una rutina, acostúmbrate a ofrecerles sus tres tiempos de comida y dos o tres refacciones a la misma hora todos los días o alrededor de la misma hora. No permitas que se llenen a lo largo del día con jugos de frutas o bebidas. Ofrece agua pura durante el día.
- Ten paciencia al ofrecer alimentos nuevos, esto aplica desde que tu bebe cumple 6 meses y empiezas a ofrecer alimentos nuevos. Muchas veces debemos ofrecer a nuestros hijos el mismo alimento 8 o 10 veces hasta que lo acepten y se animen a comerlo. Al presentar un alimento nuevo, no digas simplemente: «Pruébalo es rico». En lugar de eso, háblale acerca del color del alimento, la forma, a textura. Por ejemplo: ¡Mira este tomate, es rojo y tiene forma de círculo! O: ¡Que bonita es la espinaca, es verde, como las hojas de los árboles!
- Ofrece alimentos nuevos junto con algunos de los alimentos favoritos de tus hijos. Por ejemplo si le encanta la pasta, ofrécele pasta con bróculi. O quesadillas acompañadas de tomate, cebolla, cilantro y aguacate en trozos.
- Hazlo divertido. La comida definitivamente entra por los ojos, así que puedes cortar las frutas o vegetales en formas divertidas. Ofrecer alimentos de colores vivos y variados. O servir algún dip o salsa junto con los vegetales.
- ¡Pídele ayuda a tus hijos! Desde que te acompañen a elegir frutas, vegetales y demás alimentos al supermercado, te ayuden a lavarlos, a mezclarlos, a servirlos. Al ser parte de la preparación de los alimentos es mucho mas probable que les emocione probarlos.
- Se creativo: si tu hijo disfruta comiendo helados, puedes licuar zanahoria con jugo de naranja y banano, remolacha con fresas o espinaca con moras, y preparar deliciosos helados de frutas y vegetales. También puedes agregar zanahoria, chile pimiento y bróculi a tus salsas para acompañar platillos de pasta.
- Minimiza distracciones a la hora de comer, como por ejemplo el televisor, IPad, celulares, etc.
- No ofrezcas el postre como una «recompensa por terminarse la comida». Esto los hará pensar que el postre es lo «bueno» y los hará desearlo aún mas.
- Y muy importante, ¡Da el ejemplo! ¡Que tus hijos te vean disfrutar de una variedad de alimentos saludables!